China ha dado un paso significativo en la investigación de trasplantes de órganos con la exitosa implantación de un riñón de cerdo modificado genéticamente en un paciente humano. El procedimiento, realizado en el Hospital Xijing de la Cuarta Universidad Médica Militar en Xi’an, convierte al paciente en la tercera persona en el mundo en vivir con un órgano porcino. Tras casi tres semanas de la cirugía, el equipo médico informó que el paciente «está muy bien» y que el riñón trasplantado funciona de manera adecuada. Según reportes de medios chinos, se trata de una mujer de 69 años con insuficiencia renal diagnosticada hace ocho años.

El trasplante forma parte de los avances en xenotrasplantes, una técnica que busca solventar la escasez de órganos humanos mediante la modificación genética de cerdos para hacer sus órganos más compatibles con el cuerpo humano. A pesar de intentos previos con corazones y riñones de cerdo en Estados Unidos, muchos de estos procedimientos han tenido corta duración. Sin embargo, los casos recientes en Alabama, Nueva Hampshire y ahora China, han mostrado resultados alentadores. Además, en un nuevo experimento, el equipo chino trasplantó un hígado de cerdo a un paciente con muerte cerebral, descubriendo que el órgano produjo bilis y albúmina, aunque en menor cantidad que un hígado humano.
Los xenotrasplantes de hígado presentan un reto mayor debido a las funciones vitales de este órgano, que incluyen la eliminación de desechos y la regulación de la coagulación sanguínea. No obstante, los resultados sugieren que podrían ser útiles como soporte temporal para pacientes en espera de un trasplante humano. Mientras que en Estados Unidos se ha probado el uso de un hígado de cerdo conectado externamente para filtrar la sangre, el equipo chino optó por implantarlo dentro del cuerpo. Aunque esta investigación aún plantea preguntas, representa un avance en la búsqueda de nuevas alternativas para tratar enfermedades hepáticas y renales graves.