La Sección XXII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), liderada por Yeny Aracely Pérez Martínez, intensifica su lucha por la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, una demanda central que busca justicia laboral no solo para el magisterio, sino también para otros sectores. Tras paros escalonados, como el de 72 horas del pasado 3 de marzo, el sindicato planea un paro indefinido cuya fecha se definirá el próximo 11 de abril. Pérez Martínez destacó que las movilizaciones, que podrían ser estatales, nacionales o ambas, responden a la falta de avances concretos con las autoridades, incluyendo la respuesta insuficiente de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Además, la Sección XXII organiza foros a nivel estatal y nacional para visibilizar sus demandas, entre las que destacan la derogación del decreto de 2015 que afectó al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y el reconocimiento de una ley estatal de educación. Estas acciones, respaldadas por una consulta a sus bases, buscan informar a la sociedad sobre la importancia de sus planteamientos, que incluyen también la atención a necesidades de docentes y administrativos en todos los niveles educativos. La dirigente subrayó que el movimiento no solo es magisterial, sino un esfuerzo colectivo por revertir políticas que consideran lesivas.
Por otro lado, la Sección XXII enfrenta señalamientos internos. Wilmer, exintegrante de la comisión de prensa y propaganda, ha cuestionado a la dirigencia actual. Pérez Martínez aclaró que una Comisión de Honor y Justicia, designada por la Asamblea Estatal, investiga estos temas de manera autónoma. El comité se limita a facilitar el proceso, dejando en manos de dicha comisión cualquier dictamen, como uno reciente que no fue avalado por la asamblea. Mientras el magisterio define su próxima movilización, las autoridades estatales y federales están llamadas a responder a un conflicto que podría escalar en las próximas semanas.