La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y representantes del sector gasolinero firmaron un acuerdo voluntario para establecer un precio máximo de 24 pesos por litro de gasolina Magna durante los próximos seis meses. El objetivo es proteger la economía familiar y estabilizar el mercado de combustibles en México. Este pacto, denominado Política Nacional para Promover la Estabilización del Precio de la Gasolina en Beneficio del Pueblo de México, entrará en vigor inmediatamente y será evaluado periódicamente para determinar su efectividad. Es importante destacar que el acuerdo no impone obligaciones legales a las partes firmantes, incluyendo a Pemex y otros actores del sector, sino que se basa en la cooperación y el compromiso de todos los involucrados.
La secretaria de Energía, Luz Elena González, reconoció la determinación de la presidenta Sheinbaum para evitar que el precio de la gasolina genere incertidumbre y afecte negativamente a las familias mexicanas. González enfatizó que el costo del combustible impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos, así como en los costos de transporte, alimentos, industria y servicios en general. Con esta estrategia, se busca garantizar la accesibilidad al combustible para las familias y un margen de ganancia justo para las empresas.
Sin embargo, algunos expertos señalan que el acuerdo no aborda las diferencias de precios entre estados derivadas de los costos logísticos, lo que podría afectar la viabilidad de algunas estaciones de servicio y fomentar la venta ilegal de combustible. Además, el pacto excluye a las estaciones ubicadas en zonas fronterizas, donde ya existe una estructura de precios distinta debido a estímulos fiscales específicos. Para evitar la inflación en los precios, la Secretaría de Hacienda aplicará apoyos fiscales a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Este acuerdo coincide con el anuncio de Pemex sobre pérdidas significativas y un endeudamiento considerable, a pesar del capital inyectado por el gobierno. La petrolera estatal reportó una pérdida neta de 620 mil 605 millones de pesos en 2024, atribuida principalmente al aumento en los costos de venta y la depreciación del peso mexicano frente al dólar. La deuda total de Pemex asciende a 97 mil 600 millones de dólares al cierre del año pasado.