En respuesta a la creciente incertidumbre en el comercio internacional y las recientes amenazas arancelarias por parte de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha decidido relanzar el emblemático sello «Hecho en México». Este distintivo, creado en 1978, busca resaltar la calidad y el origen de los productos nacionales, promoviendo su consumo interno y fortaleciendo la economía local. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, enfatizó que esta iniciativa es parte del Plan México, una estrategia presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum con el objetivo de posicionar al país entre las diez economías más importantes del mundo para 2030. Uno de los pilares de este plan es que, para ese año, el 50% del consumo de productos en el país provenga de la producción nacional, reduciendo así la dependencia de importaciones y fortaleciendo la industria local.
El relanzamiento del sello «Hecho en México» también responde a las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles del 25% a todas las importaciones mexicanas, medida que podría entrar en vigor en marzo. Ante este panorama, México busca reforzar su identidad productiva y promover el consumo interno como estrategia para mitigar posibles impactos económicos. Ebrard destacó que el distintivo estará disponible para productos hechos, manufacturados o ensamblados en México que cumplan con los estándares de calidad establecidos, y tendrá una vigencia de cinco años. Además, se ha creado el Consejo Consultivo «Hecho en México» para supervisar y promover el uso adecuado del sello, asegurando que represente fielmente la excelencia de los productos nacionales.