Por Óscar García
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, aseguró que sí ha habido atención al conflicto agrario entre San Juan Mazatlán y Santo Domingo Petapa, en la región del Istmo, desmintiendo versiones de medios nacionales que afirmaban lo contrario.
Durante su conferencia de prensa matutina de este martes, Jara Cruz lamentó la muerte de tres personas en San Isidro Platanillo y explicó que el conflicto tiene más de 50 años, sin relación con el proyecto del Corredor Interoceánico. Además, destacó que, antes de la emboscada ocurrida el fin de semana, ya se habían realizado mesas de negociación con ambas comunidades.
El mandatario estatal informó que se trasladará a la zona junto con elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina y la Fiscalía General del Estado para dialogar con las partes involucradas y buscar soluciones pacíficas. “No vamos a reprimir, vamos a platicar y salvaguardar la vida de los habitantes de ambas comunidades”, afirmó.
Respecto a los hechos violentos, Jara Cruz aseguró que habrá justicia y que ya existen carpetas de investigación abiertas. “No van a quedar impunes los homicidios”, enfatizó.
Explicó que, previamente, se había llegado a un acuerdo en el que ambas comunidades respetarían la resolución de las autoridades agrarias. Sin embargo, al conocerse que el fallo favoreció a San Juan Mazatlán, habitantes de Santa María Petapa bloquearon el camino que conecta ambas localidades, cavando zanjas e impidiendo el tránsito. Esta situación también afectó a San Isidro Platanillo, una agencia de Petapa que apoya a San Juan Mazatlán.
Finalmente, el gobernador destacó que Oaxaca ocupa el primer lugar en conflictos agrarios a nivel nacional y que la responsabilidad principal de atenderlos recae en el gobierno federal, mientras que el gobierno estatal solo coadyuva en la búsqueda de la paz.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López, indicó que en la zona se implementará un operativo de desarme, pues han detectado que los habitantes se han armado en el marco del conflicto, y no con armas de cacería.