La dorada, un pescado blanco ampliamente valorado en la gastronomía, destaca no solo por su sabor delicado, sino también por sus significativos beneficios para la salud. Clasificada como un pescado magro debido a su bajo contenido en grasa, aproximadamente 1 gramo por cada 100 gramos de porción comestible, la dorada es una opción ideal para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable. Su riqueza en proteínas de alto valor biológico, que contienen todos los aminoácidos esenciales, la convierte en un alimento beneficioso para el mantenimiento muscular y la regeneración celular.
Además de su aporte proteico, la dorada es una fuente notable de minerales esenciales como el potasio, que contribuye a la función muscular y a la regulación de la presión arterial, y el fósforo, indispensable para la formación y mantenimiento de huesos y dientes. En el ámbito vitamínico, destaca su contenido en vitamina B12, fundamental para la producción de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso, y en vitamina B3 o niacina, que participa en el metabolismo energético y en la salud cardiovascular.
La inclusión regular de la dorada en la dieta puede contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares, gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre. Asimismo, su aporte de vitamina B12 es esencial para prevenir la anemia megaloblástica, una condición caracterizada por la producción de glóbulos rojos anormalmente grandes que no funcionan correctamente.