El epicentro del sismo se localizó a 32,1 km al norte de Honduras y a 209,2 km al suroeste de las Islas Caimán. La capital de las Islas Caimán, George Town, fue la ciudad más cercana al epicentro.
El Servicio Meteorológico Nacional había emitido inicialmente una advertencia de tsunami debido a los posibles peligros para Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE. UU., pero la alerta fue levantada aproximadamente 45 minutos después.
A pesar de la cancelación de las alertas, el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de EE. UU. advirtió sobre la posibilidad de corrientes fuertes e inusuales, instando a la precaución cerca del agua.
Por su parte, las autoridades de las Islas Caimán instaron a los residentes a tomar precauciones adicionales, recordando que el área sigue «bajo amenaza de tsunami» y recomendando a quienes viven cerca de la costa trasladarse tierra adentro.
El USGS destacó que los grandes terremotos en esta región no son inusuales, ya que la placa tectónica del Caribe está rodeada por otras cuatro placas (sudamericana, Nazca, Cocos y norteamericana), lo que la hace más vulnerable a sismos. En 2018, un terremoto de magnitud 7,5 ocurrió en las cercanías, causando algunos daños y un pequeño tsunami, recordó la agencia.
Sin embargo, la agencia estadounidense señaló que, afortunadamente, la ubicación remota de estos terremotos reduce la posibilidad de daños significativos por los movimientos sísmicos.