El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha propuesto a Estados Unidos la posibilidad de enviar a criminales deportados a la megacárcel que su gobierno ha inaugurado. En un ofrecimiento realizado durante un encuentro con altos funcionarios estadounidenses, Bukele sugirió que su país podría albergar tanto a criminales salvadoreños como a ciudadanos estadounidenses condenados, a cambio de un pago por parte de Estados Unidos. La propuesta, que se ha dado en el marco de la lucha contra el crimen organizado, busca reducir la sobrecarga del sistema penitenciario estadounidense y fortalecer la cooperación en seguridad entre ambos países.
La megacárcel, que ha sido el centro de atención por sus características de alta seguridad, cuenta con capacidad para albergar a miles de prisioneros, y fue diseñada para hacer frente a la creciente ola de violencia en El Salvador. Bukele destacó que el acuerdo permitiría a Estados Unidos liberar espacio en sus cárceles, mientras El Salvador recibiría recursos para mantener a los prisioneros, quienes, según el mandatario, estarían bajo un régimen de estricta seguridad.
Esta propuesta ha sido recibida con críticas por organizaciones de derechos humanos, quienes advierten sobre las condiciones de hacinamiento y la falta de garantías para los presos en el sistema carcelario salvadoreño. Sin embargo, Bukele defiende su gestión en materia de seguridad, asegurando que su enfoque ha reducido significativamente la violencia en el país.
A través de esta oferta, El Salvador busca posicionarse como un socio clave en la lucha contra el crimen internacional, mientras se enfrenta a un desafío interno de violencia asociado con las pandillas.