Esta mañana, un sismo de magnitud 4.2 fue registrado en San Pedro Pochutla, Oaxaca, sin que se activara el sistema de alertamiento sísmico, al no alcanzar el umbral de intensidad necesario. Sin embargo, un fenómeno inusual fue observado minutos antes del movimiento telúrico: frente a Punta Cometa, cientos de mantarrayas se agruparon y comenzaron a nadar en una misma dirección, un comportamiento que ha despertado la curiosidad de locales y expertos.
Aunque eventos como estos no son desconocidos en la región, el sincronizado desplazamiento de estas especies justo antes del temblor plantea interrogantes sobre su posible sensibilidad a cambios ambientales que los humanos no percibimos. Investigaciones previas han sugerido que ciertos animales pueden detectar variaciones en campos electromagnéticos o infrasonidos, lo que podría explicar su reacción anticipada a fenómenos naturales.
Punta Cometa, conocida por su biodiversidad marina, ha sido testigo de múltiples avistamientos extraordinarios. Aun así, el evento reciente resalta la importancia de estudiar cómo las especies reaccionan a posibles señales de alerta en su entorno. Expertos invitan a mantener un monitoreo constante de la fauna marina, ya que estos comportamientos podrían aportar información valiosa para la comprensión de fenómenos naturales en la región.
En tanto, el sismo registrado no reportó daños materiales ni personas lesionadas, de acuerdo con autoridades locales. Este evento reafirma la vulnerabilidad sísmica de la zona y la relevancia de combinar los avances tecnológicos con el conocimiento de la naturaleza para una mejor preparación ante desastres naturales.
📸 Crédito: Gilby Álvarez