La reciente entrada de Paola Rojas en la industria del mezcal con su marca «Mixes» generó controversia, siendo acusada de apropiación cultural por activistas y líderes indígenas. El nombre «Mixes» hace referencia al pueblo mixe de Oaxaca y fue criticada por considerarse una explotación de la identidad cultural sin el consentimiento de la comunidad.
La diputada federal Martha Aracely Cruz Jiménez expresó su indignación, señalando que el uso del término constituye una «apropiación indebida» que trivializa la cultura mixe y exige la retirada del nombre de la marca.
Además de la crítica política, activistas en redes sociales cuestionaron el proceso legal detrás del uso del nombre mixe en el producto de Rojas. Joaquín Galván, defensor de la comunidad mixe, planteó interrogantes sobre los acuerdos establecidos con los productores locales. La situación se complicó al revelarse que la marca está registrada a nombre de Martha Patricia Campos Orozco, legisladora del Movimiento Ciudadano, lo que sucitó dudas sobre la influencia en el registro.
A medida que las críticas aumentaron, la página web del mezcal presentó problemas técnicos, mientras que Rojas eliminó una publicación promocional en su cuenta de Instagram sin emitir un pronunciamiento oficial sobre las acusaciones.