Estados Unidos elige a su presidente a través del Colegio Electoral, un sistema que difiere del voto popular directo utilizado en países como Colombia.
En lugar de sumar los votos de los ciudadanos y declarar ganador al más votado, en E.U., el presidente es elegido por al menos 270 votos electorales de los 538 posibles que forman el Colegio Electoral.
Este sistema, diseñado para garantizar que cada estado tenga influencia en el resultado, otorga a cada estado un número de electores equivalente al total de sus senadores y representantes en el Congreso.
Por ejemplo, California, el estado más poblado, tiene más electores que estados más pequeños, como Wyoming. Así, el candidato que gana la mayoría del voto popular en un estado se lleva todos sus votos electorales, con la excepción de Maine y Nebraska, que los distribuyen proporcionalmente.
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Además, las elecciones en Estados Unidos incluyen la posibilidad de votación anticipada, permitiendo que los ciudadanos voten antes del día oficial de las elecciones, ya sea por correo o en persona.
Esto facilita la participación, sobre todo porque el día de las elecciones, un martes, es un día laboral.
Aunque millones de votos anticipados son emitidos antes del día de la elección, los resultados de estos sufragios no se conocen hasta que se cierran las urnas en la jornada oficial.
Este sistema electoral, aunque complejo, busca equilibrar los intereses de los estados grandes y pequeños, asegurando que tanto el voto popular como la representación estatal tengan peso en la elección del presidente.
(WCLS)