La mujer que no profesa la religión Cristina, pero ha manifestado su descontento por el actuar de sus paisanos, quienes no solo quemaron una iglesia sino que han hostigado a quienes no comulgan con el catolicismo, le han dado ocho días para salir de su comunidad.
“La determinación de los habitantes de esa comunidad ,ya no solo de sancionar a los cristianos evangélicos de lugar, sino que ahora ya han comenzado a actuar contra sus propios ciudadanos que no están de acuerdo con inhibir la libertad religiosa”, señala el comunicado de activistas que le han dado seguimiento al caso.
Expusieron que luego de encarcelar sin ninguna justificación a la señora Lucía Antonio, los habitantes acordaron expulsarla, lo que violenta sus derechos humanos.
“Amparados en una mala interpretación de los sistemas normativos internos, blanden los usos y costumbres para atentar contra todos aquellos que no estén de acuerdo con sus equivocadas y extremas medidas para preservar tradiciones que ni siquiera existían cuando los pueblos originarios habitaban el México precolonial”, añaden.
NG