La cúrcuma es una especia originaria de la India. Es valorada por su sabor ligeramente picante y sus propiedades medicinales. Entre sus usos dentro de la gastronomía, destaca como ingrediente principal del curry, de la leche dorada o el arroz amarillo; no obstante, también puede consumirse en forma de infusión.
De acuerdo con la Universidad Estatal de Oregon, la infusión de cúrcuma le debe la mayoría de sus beneficios a un compuesto llamado curcumina. Esta sustancia posee importantes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que se han utilizado para la prevención de ciertos tipos de cáncer, especialmente si son en el tracto digestivo.
Asimismo, la curcumina se usa en tratamientos experimentales para quienes ya desarrollaron la enfermedad. Los investigadores explican que este compuesto inhibe el crecimiento del cáncer oral, de estómago, de hígado y de colón; también evita su propagación a otros órganos del cuerpo. Puedes protegerte contra este padecimiento agregando una o dos tazas de infusión de cúrcuma a tu dieta, según la Universidad Estatal de Oregon.
La curcumina tiene un papel esencial en la prevención del síndrome metabólico. Esta condición se refiere a un conjunto de factores de riesgo ligados a la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiacas o los accidentes cerebrovasculares.
La curcumina evita la resistencia a la insulina, controla los niveles de glucosa en la sangre, aumenta la presencia de colesterol HDL (bueno), baja la presión arterial, reduce las concentraciones de triglicéridos y colesterol LDL (malo), asegura la revista médica Foods.
De este modo, la infusión de cúrcuma favorece tu bienestar general y te mantiene libre de las complicaciones de la diabetes tipo 2, como las fallas renales o los problemas cardiacos.
Aparte de sus efectos reductores de colesterol, la curcumina en esta infusión posee otro beneficio relevante para la salud cardiovascular, pues esta sustancia estimula las funciones del endotelio, es decir, el recubrimiento de los vasos sanguíneos.
De esta manera, tu cuerpo regula mejor la presión arterial, la coagulación, la absorción de nutrientes y el resto de las actividades básicas para el sistema cardiovascular.
La Universidad Estatal de Oregon comprobó que los efectos desinflamatorios de la curcumina son similares a los de la fenilbutazona y el diclofenaco, dos fármacos utilizados en el tratamiento de la artritis reumatoide.
Gracias a estas propiedades antiinflamatorias, la infusión de cúrcuma alivia la rigidez, la sensibilidad y la hinchazón de las articulaciones, especialmente si se consume en las mañanas. Por otra parte, se encontró que la curcumina en esta bebida redujo el dolor y aumentó la movilidad en pacientes con osteoartritis.
La capacidad antioxidante de la infusión de cúrcuma inhibe el desarrollo de padecimientos neurológicos como el Alzheimer, afirma la Universidad Estatal de Oregon; esto se debe a que combate la inflamación, el estrés oxidativo y la muerte de neuronas asociada al progreso de esta enfermedad.
En casos de deterioro cognitivo leve, la Universidad de California en Los Ángeles señala que el consumo diario de 80 miligramos de curcumina es suficiente para la obtención de resultados favorables. La ingesta de infusión de cúrcuma también se asocia a una mejoría en pacientes con depresión.
Por si fuera poco, la curcumina presente en esta infusión fortalece tu organismo frente a enfermedades como la esclerosis múltiple, la epilepsia, las alergias, el asma, la bronquitis, la colitis, la isquemia renal y la psoriasis.
Para preparar la infusión, hierve de tres a cuatro tazas de agua en la estufa, después agrega dos cucharaditas de cúrcuma. Revuelve y permite que se infusione por 10 minutos. Endulza al gusto y listo, ahora tendrás una bebida caliente con numerosos beneficios para la salud.
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