El abogado del monseñor, Pedro Martínez Bello confirmó que el Obispo Emérito de la diócesis de Chilpancingo fue raptado el pasado sábado 27 de abril en el poblado de Jiutepec, Morelos, en donde fue víctima de un secuestro exprés mientras vaciaban el dinero de sus cuentas bancarias y finalmente el domingo, golpeado y drogado, fue enviado en taxi por sus mismos secuestradores al Hospital General ‘Dr. José G. Parrés’, de Cuernavaca.
“Llegó en calidad de desconocido (al hospital), pero como ya había denuncia fue fácil ubicarlo en el lugar donde permaneció hasta anoche, que fue trasladado a un hospital privado», indicó el abogado Martínez Bello.
También menciono que a pesar de que el Obispo de Chilpancingo no presentó lesiones graves por los golpes, sí está medianamente inconsciente debido a los efectos de la droga que le inyectaron y que no le permiten comunicarse o entablar una plática bien con las demás personas.