El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que no lamenta haber ordenado el asalto a la Embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, quien enfrenta acusaciones de corrupción. Esta declaración se produce durante la primera interacción del mandatario con la prensa desde el inicio de la crisis diplomática con México.
«En realidad es una violación, primero, por parte del gobierno mexicano, y luego siguió otra violación, pero teníamos que actuar. Teníamos que tomar la decisión”, insistió.
El 6 de abril, policías ecuatorianos irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para detener a Glas, a quien México le había otorgado asilo previamente. Esta acción ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países. Además, ayer, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, decidió suspender un encuentro pactado para finales de abril con autoridades de Ecuador, lo que indica un impacto en las relaciones regionales a raíz de este incidente.