Como se anunció días antes de la inauguración de la supercarretera hacia la Costa, las autoridades de las siete comunidades de la zona de los Coatlanes impulsaron una ruta de Urvans Oaxaca-Puerto Escondido y advirtieron que no permitirían el paso a transportistas que operaran en esa ruta.
En un comunicado extenso, justificaron su decisión debido al abandono oficial y la histórica competencia desleal de grandes empresarios contra pequeñas empresas comunitarias, lo que, según ellos, ha llevado a la miseria de sus pueblos.
Asimismo, revelaron que parte de los acuerdos para permitir la construcción de la vía incluían que los habitantes de esos pueblos se beneficiarían exclusivamente del trabajo generado con la apertura de la supercarretera.
En este contexto, ayer, a través de su página oficial, informaron que no permitirían el paso a empresas sin acuerdos previos con los Coatlanes. «Evitemos problemas. Son nuestras tierras y las defenderemos. Estamos dispuestos a llegar a acuerdos. Que viva la 4T. Primeros los Pobres», se lee en el breve mensaje.
El post, publicado alrededor de las 7 de la noche de ayer domingo, ha generado comentarios encontrados, pero prevalece la indignación y la crítica ciudadana, argumentando principalmente que las carreteras son públicas y que ningún pueblo puede considerarse dueño de ellas.
En este momento, los vehículos particulares pueden transitar sin problemas por la supercarretera Oaxaca-Puerto Escondido.
A la par, habitantes del municipio de San Jerónimo Coatlan bloquean el entronque del municipio de San Pablo Coatlan, exigiendo auditoría a su ex administrador y actual presidente municipal Gonzalo López Gijón.
Será en las próximas semanas que pueblos, empresas, estado y federación lleguen a los necesarios acuerdos que, en el caso de Oaxaca, abordan problemáticas antiguas que no se resuelven en los escritorios.
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FFO